San Juan, Puerto Rico - Ayer martes 28 de abril, se informó el fallecimiento de la Pastora Noemí Ávila Talavera, hija del Evangelista internacional, Yiye Ávila.
El trágico accidente de auto ocurrió en horas de hoy martes, mientras ella manejaba en la carretera de Maturín hacia Anaco en Venezuela, Noemí se encontraba en Labores Evangelisticas en suelo venezolano.
Esta es la segunda tragedia que invade el seno de la familia de Yiye Ávila, siendo Noemí la segunda hija que el evangelista pierde en forma abrupta.
“La Familia de nuestro hermano Yiye se encuentra totalmente afectada, ante tal noticia. A veces la sociedad espera que la reacción sea de completa serenidad, pero se olvidan que aun Jesús lloró ante la noticia de la muerte de su amigo, por lo tanto estos padres nuevamente están pasando un momento muy triste y requieren del apoyo del pueblo cristiano con la oración” , afirmó una fuente anónima y cercana a la familia.
Se espera que el vocero oficial del Ministerio Cristo Viene, cuya sede está en Camuy, Puerto Rico, en las próximas horas informe sobre el traslado del cuerpo a Puerto Rico y la planificación del servicio funeral para que todo el país pueda desbordarse en muestra de afecto al Rev. Yiye Ávila y su familia.
La evangelista de 60 años, falleció al mediodía cuando volcó la camioneta que guiaba en el sector El Bajo de La Leona, carretera nacional La Ceiba-Urica, municipio Freites.
Al momento del siniestro, la dama conducía una Mitsubishi Prado, color dorado, placas JAF-931. Iba acompañada de su amiga Yanetcy Estílita Martínez, de 26 años, quien resultó con heridas de consideración.
Se presume que pisó la orilla de la angosta carretera y perdió el control de su unidad. Con las volteretas quedó varada al otro lado del eje vial, a escasos 50 metros de la vía.
Una comisión del Cuerpo de Bomberos de Anaco, al mando del sargento Jesús Varela, tuvo que utilizar la “quijada de la vida” para sacar del amasijo de hierro a Noemí, como era llamada cariñosamente la pastora evangélica.
Efectivos de Tránsito terrestre Anaco iniciaron las investigaciones en el lugar del accidente. Remitieron el cadáver a la morgue del hospital Luis Razetti en Barcelona. Martínez fue enviada al Manuel Núñez Tovar de Maturín.
Al lado del cuerpo de la fallecida hallaron también muerta a su cachorra, una poodle de nombre Kendy, que la acompañaba en todos sus viajes nacionales e internacionales.
Con hondo pesar llegaron al sitio hermanos de la iglesia, quienes lamentaron el trágico deceso de Avila.
Linda León dijo que la dama había arribado el martes 21 de abril a Anaco. Regresaba de su tierra natal, Camuy, un poblado situado en la Costa Norte de Puerto Rico. Dijo que la tarde de este lunes había salido a Maturín para preparar al grupo con el cual partiría en una jornada evangelizadora por Ecuador y Perú.
Atribulada, León trataba de buscarle respuestas a sus preguntas: “¿Señor, qué fue lo que pasó? ¿Por qué a Noemí”?, se repetía, mientras recordaba que había sido Ávila quien hace nueve años la hizo encontrar la palabra del Creador. Entre sollozos recordó que Noemí era hija de José Joaquín Ávila, mejor conocido como Yiye Ávila, fundador de las Asambleas de Dios en Latinoamérica.
Otros miembros de la iglesia “Sed llenos del Espíritu Santo”, creada en Anaco y Maturín por Iris Noemí, comentaron que ella manejaba con prudencia, por lo que desconocían las causas de la tragedia que acabó con su vida.
Lo que sí recordarán eternamente es el mensaje de fe, de la búsqueda de la palabra de Dios, de salvación y de arrepentimiento con el que siempre abría los encuentros con sus seguidores.
En el campo profesional, Iris Noemí tenía un PHD en Psicología y Concilio Pastoral. Además, se había preparado muy bien desde los 9 años, siguiéndole los pasos a su progenitor. Por ello había ofrecido charlas en diversos países como Colombia, Cuba, Estados Unidos, Panamá, Nicaragua y Venezuela.
Era la segunda de las tres hijas de Yiye Ávila y Carmen Delia Talavera. Deja tres hijos huérfanos, todos residenciados en la isla caribeña. Se espera que sus parientes envíen los restos hasta Puerto Rico, para darle cristiana sepultura.